domingo, 16 de noviembre de 2008

BOTELLA AL MAR Nº 20 BERNARDO ALBERTE




No puedo dejar de compartir el contenido de esta denuncia que le costó la vida a Alberte. Por el tenor de la nota creo que él la escribió como testamento político, por eso es que es fundamental leerla y darla a conocer,


CARTA ABIERTA DE BERNARDO ALBERTE A JORGE RAFAEL VIDELA
En la madrugada del 24 de marzo de l976 era asesinado por fuerzas combinadas del ejército y
policiales, el Tcnel. (R.E.) Bernardo Alberte; horas antes había terminado de escribir esta carta
donde denunciaba la represión ilegal y la complicidad de las F.F.A.A
Buenos Aires, 24 de marzo1976.
Al Sr. Teniente General
D. Jorge Rafael Videla
Comandante General del Ejército
S/D
Me dirijo a Ud. a los efectos de informar lo siguiente:
1.- El día 20-III-76, a las 20 horas, un grupo armado intento secuestrarme, en mis oficinas de la
calle Rivadavia 764, 1º, con el aparente propósito de asesinarme. Acababa de retirarme del
lugar elegido por esa banda armada unos minutos antes, lo que me permitió observar el
operativo desde la calle, asi como el gran despliegue de elementos materiales y humanos
utilizados.-
2.- La observación personal de los hechos me permite asegurar a Ud. que se trataban de
efectivos de seguridad, que luego de detener a tres personas que se encontraban en las
citadas oficinas, esposarlas, vendarle los ojos y cargarlas en los vehículos, se desplazaron
velozmente por la calle Rivadavia hacia el oeste, sin poder seguirlos, por no poder disponer de
vehiculo propio en ese momento. El desplazamiento se produjo con los acostumbrados toques
de sirena de los vehículos policiales.-
3.- El día anterior en un operativo vinculado con el ya descripto fue secuestrado y luego
asesinado el joven peronista Máximo Augusto Altieri.-
4.- En las citadas oficinas desarrollo actividades políticas vinculadas al Movimiento Peronista,
formando parte de la Corriente Peronista "26 de Julio" cuyo ideario surge de la documentación
que adjunto.-
5.- La presente denuncia formal y escrita la presento en esta oportunidad luego de haber
agotado todos los medios para averiguar el paradero del joven Altieri, vivo, lo que conseguí,
pero muerto el día sábado 20, despues de gestiones infructuosas realizadas en ese Comando
General; en el Ministerio del Interior y a través de vinculaciones personales con camaradas
relacionados con los Servicios de Informaciones.-
6.- La búsqueda personal realizada junto a su padre, fue facilitada por compañeros peronistas
de la Municipalidad de Avellaneda y por personal policial de la Comisaría 1ª. de esa ciudad, lo
que me permitió hallarlo acribillado a balazos en la morgue del cementerio de Avellaneda, sin
identificar, en avanzado estado de descomposición, con el vientre abierto y con las vísceras al
aire. El cadáver era un simple N.N., a los cuatro días de haber sido encontrado por la policía de
Tristan Suárez, en su jurisdicción, habiendo fallado en él el método eficaz y habitual de
identificación sin causa justificada.
7.- Es muy probable que si no hubiera mediado la decisión de encontrarlo y la colaboración del
personal descripto hubiera desaparecido toda posibilidad de que sus familiares ejercieran el
derecho de darle sepultura cristiana.-
Estos son los hechos que informo al Sr. Comandante General, pero que como información
sintética y descripción objetiva, no tiene mucha importancia dentro de todo el contexto de
violencia que caracteriza la situación política argentina, si no va acompañada de una
apreciación que me siento con el derecho de hacer y con la obligación de señalar, por mi
condición de Jefe retirado de las F.F. A.A., cuya trayectoria dentro de la Institución el Sr.
Comandante General conoce bien; por mi actuación política dentro del Movimiento Peronista,
donde ocupe la mas alta jerarquía dentro del país durante parte del exilio del General Perón y
por la militancia política que continuo realizando dentro del movimiento mayoritario, lo que me
confiere, por lo menos, la experiencia que muchos necesitan para acceder a una realidad que
se les escapa y que los supera, lo que es grave cuando ello le ocurre a quienes tienen la
responsabilidad de asumirla, comprenderla y conducirla con acierto.-
En mis apreciaciones el Sr. Comandante encontraría excesos si no aclarara que me siento en
condiciones de dirigirme a Ud., no con mis simples atributos de oficial retirado de las F.F.A.A.,
que me subordinarían y limitarían, y por consiguiente, harían de mis consideraciones una
formal, simple e insuficiente apreciación que carecería de valor.-
Sin dejar de expresarle a Ud. el respeto que me merecen ciertas jerarquías, puedo asegurarle
que la vida me ha enseñado a superarlas a todas, cuando de la necesidad de expresar el
pensamiento se refiere. Esa fue mi norma, aun desde joven oficial; frente a Generales de la
envergadura inigualada del General Juan D. Perón; frente a políticos y militantes; frente a los
hechos simples y los más graves.-
Esto me lo enseño la vida que transite como joven y como viejo como pobre y como rico; como
obrero y como patrón; como militar y como civil; como jefe y como subordinado; como
subversivo y como político; como libre y como preso;como perseguido, como prófugo, como
exiliado, como peronista.-
Sin duda avanzamos hacia un enfrentamiento hacia el que se nos quiere llevar gradualmente
con falsas opciones y manejando falsos valores y alarma observar la ligereza y hasta la
irresponsabilidad con que ciertas personas y ciertos sectores que tienen poder, poder
transitorio, alientan el enfrentamiento con hechos o con palabras.-
Y apuntando con este concepto a nuestros camaradas de las F.F.A.A. inquieta escucharlos en
sus discursos fúnebres, por ejemplo, cuando ante sus muertos pareciera que quieren superar
con palabras posturas que deben asumir con hechos silenciosos y positivos. Yo también tengo
esa experiencia de discursos fúnebres. Hable en homenajes ante nuestros obreros y militantes
muertos y también ante camaradas fusilados por otros camaradas, y comprendo ahora que no
alcanzan las palabras, ni los discursos, ni las oraciones fúnebres ni las homilías de nuestros
santos pastores de la Iglesia, para ocultar las causas que generan la violencia que esta entre
nosotros desde hace mucho tiempo.-
Reconozco que el que utiliza un muerto, su muerto, para desahogar su "bronca" por la injusticia
de esa muerte, tiene derecho a hacerlo. Pero si siguiéramos en esa puja de exaltar a nuestros
muertos,
¿Quien tiene más derecho?
- Aquel que tuvo la oportunidad de asistirlo y por lo menos, tocarlo aun caliente y
desangrándose, o verlo recién "acicalado" por la funeraria, preparado para el homenaje y para
transitar "limpio" hacia la gloria.
- O aquel que tiene que recogerlo sucio de un zanjon o de un pastizal, acribillado salvajemente;
indefenso y maniatado, torturado y vendado sus ojos, en alto grado de descomposición, como
dicen las autopsias, o como decimos nosotros, podrido y en condiciones de ser ya comida de
gusanos ?-
Este es el destino de muchos de nuestros militantes y de nuestros obreros. ¿Puede algún
Coronel o algún General, asumir alguna vez, con su discurso, una tragedia como esta? Le
ahorro la respuesta: no lo haga. Yo ya no lo hago más. No bastan ni sirven las palabras para
evitarla.-
¿Qué nos pasa a los argentinos ? cuando aceptamos clasificar a los muertos en "deseables" o
"indeseables"; cuando nos acostumbramos y hasta toleramos y propiciamos los excesos del
poder, cuando renunciamos al debate y aceptamos que los detentadores de ese poder puedan
considerar que en todo caso sus excesos puedan encuadrarse jurídicamente en figuras como
"excesos de defensa" u otros inventos; cuando negamos por boca de Generales de la Nación la
democracia, con el argumento de que se podría propiciar un "gobierno ateo, materialista y
totalitario"?.-
Con estos conceptos no pretendemos enjuiciar a las F.F.A.A., porque no somos jueces y si lo
fuéramos no tendríamos el poder para hacer cumplir la justicia. Solamente, hacer reflexiones
que permitan comprender la necesidad de la autocrítica, que no se observa en la severidad de
los pronunciamientos militares que ya es costumbre repetida escuchar.-
Nosotros no consideramos a las F.F.A,A. como una institución poseedora de valores
inmutables, sino como una institución humana que actúa para bien o para mal, de acuerdo a
los hombres que circunstancialmente las dirigen. No son mejores ni peores que los hombres
que la componen, y por consiguiente, no existe la continuidad histórica que iguala a todos los
militares a través del tiempo con un mismo sello de excelencia, desinterés o patriotismo;
tampoco el merito de una época alcanza a los protagonistas de otra, salvo que la revaliden con
su propia conducta. Y lo mismo en lo que atañe a conductas infamantes. Los meritos de San
Martín no apañan a Quaranta, ni Fernández Suárez infama a Belgrano, a Dorrego o a
Guemes. Podemos admirar al Almte Browm y negar al mismo tiempo a Rojas y a Benigno
Varela. Podemos sentirnos deudores y herederos de tantos milicos que regaron con su sangre
el suelo de América y de la Patria y no por ello atenuar nuestro juicio sobre los oficiales
cómplices, ejecutores y consentidores de vejámenes y torturas.-
Sin duda este es un criterio antagónico con el que sustentan muchos militares que tienen un
extraño concepto de su parentesco con la historia y con la gloria. Pero es claro, y si se lo
recalca asi tan crudamente, es para evitar que se sigan cultivando prejuicios indiscriminados de
un patriotismo que luego la historia nos revela como falso.
Es que los argentinos tenemos una ingrata experiencia acumulada en este siglo. Cuando con el
argumento siempre esgrimido y ahora repetido, de la necesidad de defender "un estilo de
vida", nuestro estilo de vida, el Ejercito protagonizo como represor la historia de la "Patagonia
trágica" y los obreros lo hicieron como mártires; cuando desde aviones navales con tripulación
también de políticos se bombardeo al Pueblo en la Plaza de Mayo; cuando se fusilo en la
Penitenciaria Nacional; en José León Suárez y en Campo de Mayo; cuando se fusilo en Trelew;
cuando militares intervinieron en la profanación del cadáver de Evita, cuando el Ejercito en un
gran operativo pretendió impedir el reencuentro del Pueblo con su líder; cuando representantes
de las tres armas concurren a convocatorias de lo mas representativo de las empresas "lideres"
y lo mas rancio de los terratenientes y ganaderos, para considerar la situación económica
nacional y formular criticas al gobierno, sin asumir las propias, etc., la preocupación se apodera
de los sectores populares, especialmente cuando se anuncia que el Ejercito intervendrá en la
"subversión en las fabricas", lugar de trabajo de nuestros obreros y nada se dice de hacerlo en
las empresas, lugar de expoliación del país y del patrimonio nacional.-
La situación es seria y también dramática, no solo para los trabajadores, sino también para las
propias F.F.A.A., impulsadas a avanzar en un terreno, donde por plano inclinado serán llevadas
a sustituir a las policías de los ambientes fabriles, hasta ahora privadas, y a ser custodios de
los intereses de una de las partes, precisamente la menos indicada para representar el interés
general.-
A todas estas reflexiones dan lugar los 7 puntos primeros de esta nota, que describen una
situación concreta.-
Si a ello agregamos que bandas armadas se desplazan por la Capital de la Republica y por los
centros poblados, sin respuesta alguna de las fuerzas encargadas del orden y sin que las
autoridades responsables (en este caso el Jefe de la Policía Federal) tomen conocimiento, el
problema es mas grave, no porque supongamos que el General jefe de esa policía no quisiera
impedirlo, sino porque no puede: los hechos y las cosas lo superan.-
Si además, en las averiguaciones del paradero del joven Altieri y en otras realizadas,
comprobamos que su caso no es el único, que las morgues renuevan diariamente sus
depósitos de cadáveres acribillados y que los órganos de seguridad no se asombran, de ningún
modo, sino que lo aceptan como común y normal, comprendemos que el pesimismo sobre la
verdadera y grave responsabilidad y misión de las fuerzas del orden se ha apoderado de ellas,
en el mejor de los casos, pues hay otros en que se las puede suponer cómplices de esas
matanzas.-
Si escuchamos decir a funcionarios policiales que el joven Altieri ha sido "ajusticiado",
comprobamos a que nivel llego el respeto por el concepto de la justicia, a cuyo servicio ellos
deber estar.-
Todos estos hechos se han producido en el ámbito con el que ese Comando en Jefe esta
relacionado, por la función que ha asumido y es por ello que lo pongo en su conocimiento.-
Solamente y como colorario de todo esto corresponde hacer una ultima reflexión. Frente al
concepto ya asentado de la inhabilidad de las F.F.A.A. para el ejercicio del poder político,
experimentado en tres desgraciadas oportunidades en lo que va de este siglo, comienza ya a
extenderse en la opinión publica el mismo concepto, pero en funciones que parecieran mas
especificas de esas fuerzas: la del mantenimiento del orden y de la seguridad de las personas,
a cuyo servicio han puesto ya oficiales en actividad.-
Por ultimo hago saber al Sr. Comandante General que denuncias similares sobre el hecho a
que da lugar esta, han sido formuladas ante instituciones políticas, de la Iglesia, empresarias,
obreras y profesionales, donde a cada una se le hace conocer nuestro pensamiento sobre las
responsabilidades de cada una.-
Saludo al Sr. Comandante General.
Bernardo Alberte
Tcnel. ( R.E.)