sábado, 21 de febrero de 2009

AL LIBERALISMO LO VELARON EN EL SENO DEL IMPERIO.

BOTELLA AL MAR Nº 63. LA ESCRIBE HUGO PRESMAN (Un KPO)




EL MUNDO NO SOLO GIRA, TIEMBLA - Por HUGO PRESMAN -

Ha recorrido un largo camino esa esfera celeste que Ptolomeo ubicó fija en el centro del sistema solar hasta que Copérnico la situó en un lugar menos preponderante girando alrededor del sol. Apenas ayer, hace menos de siete siglos, se comprobó que era redonda.
Los conocimientos nos permitieron saber que se traslada alrededor del sol en un año y rota sobre si misma en veinticuatro horas. La astronomía y las matemáticas aportaron los datos de sus movimientos, pero la política es la que ha descubierto que ahora también tiembla y no como consecuencia de un terremoto. La economía en manos de curanderos al servicio de los propietarios del planeta, ha desatado una crisis que se sabe como comenzó- las famosas hipotecas subprime- pero cuyo final es un interrogante que los brujos se muestran impotentes de imaginar.
Treinta años de políticas insensatas, de arrojar el sentido común al Dios Mercado, de considerar que el Estado es el problema y no la solución, que el goteo haría la prosperidad, que había que desgravar impositivamente a los ricos, que la desregularización es la panacea, concluye con un cataclismo planetario de origen exclusivamente humano.
Apenas veinte años después de la caída del Muro de Berlín, caracterizado por Francis Fukuyama, tomando una idea de Hegel, del " fin de la historia" nos encontramos con la implosión del Muro de Wall Street. A ciento sesenta años del Manifiesto Comunista, un fantasma recorre el planeta. No, no es el fantasma del comunismo. Es la corporización de una desocupación, que para encontrar precarias equivalencias hay que retroceder a 1930.
Las empresas que cotizan en la Bolsa de Nueva York han perdido el 40% de su capital.
En un mes, EE.UU ha arrojado a la calle 600.000 personas, situación que se repite cada mes del último cuatrimestre.
En China, escribe Alfredo Grieco y Bavio en Crítica del 8-02-2009: "…. En las ciudades de la costa, veinte millones de campesinos perdieron sus trabajos por la crisis mundial" Las grandes empresas están abocadas a interminables listas de despidos. EE.UU arroja nuevamente ochocientos mil millones de dólares, como reiteración de una cantidad aproximadamente similar. Buena parte del dinero va a manos de los que provocaron la crisis. Hay demanda de los libros de
Carlos Marx en varios países europeos, el mismo que decía que " el capital llega chorreando sangre y lodo". Se esbozan planes keynesianos, siempre insuficientes porque el incendio se propaga a mayor velocidad que los chorros de agua que se destinan para combatirlos. En Inglaterra y Alemania se discute sobre la nacionalización del sistema bancario. Las catedrales del Dios Mercado se muestran impotentes ante la crisis que la desmoronan.
A diferencia de los naufragios marinos que establecen un orden en el salvataje: primero los niños, luego las mujeres, posteriormente los hombres y por último la tripulación, en los hundimientos capitalistas se invierte el orden: primero los bancos, luego los inversores,
posteriormente las empresas y si quedan recursos los ciudadanos.
Paúl Krugman, el último premio Nóbel de Economía ha escrito: "Algo no muy gracioso sucedió en el camino de la recuperación económica. En las últimas dos semanas, lo que debería haber
sido un debate muy serio sobre como salvar la economía se convirtió en un vulgar teatro político en que los republicanos proclamaron todos los viejos clisés sobre lo dispendioso del gasto y las maravillas de la reducción de impuestos. Es como si el estrepitoso fracaso de los últimos 8 años nunca se hubiera producido. ….Washington perdió todo sentido de que es lo que está en juego, de la realidad de que bien podemos estar cayendo en un abismo y de que , si eso pasa, será muy difícil salir…..Lo peor es la posibilidad de que la economía, como pasó en los 30, termine hundida en una prolongada trampa deflacionaria" En el mismo sentido, el presidente Obama expresó: " No me vengan con los mismos argumentos e ideas gastadas que ayudaron a crear esta crisis."
Parecía dirigirse a los Roberto Cachanovsky, Roque Fernández, Daniel Artana, y tantos otros gestores de negocios que desfilan por los programas nostálgicos de los noventa como los de Mariano Grondona, Marcelo Longobardi y diferentes espacios radiales y televisivos. Como dice muy bien Julio Bárbaro en la Revista Debate: " Al liberalismo argentino le llegó, al fin su hora de gloria: lo velaron en el seno del imperio". Luego Obama agregó para que no queden dudas: "Los que nos metió en este problema fueron los bancos que asumieron riesgos exorbitantes…. La situación no podría ser más grave". Hasta Suiza, un país-banco, el principal de ellos, ha tenido pérdidas y una fuga de capitales sin precedentes.

La economía ha quedado reducida a un acto de fe, como la Inmaculada Concepción, el Espíritu Santo, o la apertura de las aguas del Mar Rojo por parte de Moisés. Estados Unidos
con déficit comercial, de cuenta corriente y presupuestaria, con un endeudamiento que se acerca aceleradamente al monto de su PBI, emite dólares y bonos que son requeridos mundialmente a una tasa irrelevante. Se ha pasado de la burbuja de las hipotecas a la burbuja de los bonos del tesoro norteamericano. Solo en un acto de fe, se basa la convicción que EE.UU no puede quebrar y que el dólar no pueda perder significativamente valor hasta convertirse en apenas un papel. Sería imposible, que una empresa en quiebra o en camino, fuera financiada desesperadamente por inversores de todo el mundo. La economía es indudablemente "racional". Al punto que no se puede medir, en este panorama, cual es el riesgo país de los EE.UU, porque es el único que no se mide. Este es la diferencia entre los bonos de la deuda de un país y los que rinden los bonos de EE.UU

El Presidente del Uruguay ha acuñado una frase sorpresivamente ingeniosa para describir la situación: " El mundo es un manicomio, atendido por los pacientes"

No es posiblemente el fin del capitalismo pero se va a llevar un susto imborrable y legendario. La gente poco importa en este naufragio. Como decía Carlos Marx en su descarnado análisis del sistema y con la solidez de su formación filosófica y su escritura con belleza literaria: "El capital es trabajo muerto que solo se reanima vampirescamente, chupando trabajo vivo". Eso cuando se está en la parte ascendente del ciclo, cuando se efectúa la apropiación privada de las ganancias. En sus crisis, primero se expulsa pasajeros y tripulación y luego de socializan las perdidas. El salvataje es para el dueño del barco.