miércoles, 12 de junio de 2013

Daños colaterales

13 de junio
"En estos días del año 2010 se supo que son cada vez más los soldados norteamericanos que se suicidan.
Los suicidados están siendo casi tantos como los muertos en combate.
Para resolver este problema, el Pentágono ha resuelto multiplicar a sus especialistas en salud mental, que integran el sector más promisorio de las fuerzas armadas.
El mundo se está convirtiendo en un inmenso cuartel, y el inmenso cuartel se está convirtiendo en un manicomio del tamaño del mundo. En este manicomio, ¿quiénes son los locos? ¿los soldados que se matan o las guerras que los mandan matar?"
De Eduardo Galeano

LA YAPA El número de soldados estadounidenses muertos en la guerra de Afganistán llegó a 1.000, de acuerdo con un sitio web independiente, un hito en el conflicto iniciado hace más de ocho años. 

El sitio web icasualties.org, que registra las muertes de militares en Afganistán e Irak, indicó que 54 soldados estadounidenses murieron en la guerra en lo que va del año, contra 316 el año pasado -el peor desde la invasión a Afganistán liderada por Estados Unidos en 2001. 

El militar estadounidense de más alto rango, almirante Mike Mullen, advirtió de más bajas debido a la ofensiva de las tropas lideradas por Estados Unidos en Marjah, un bastión talibán, donde las tropas extranjeras enfrentan una fuerte resistencia. 

"Debemos armarnos de valor para los días más duros que vendrán, no importa cuán exitosos seamos algún día", dijo a periodistas el lunes. 

En las provincias de Kandahar y Helmand -donde Estados Unidos, la OTAN y las fuerzas afganas luchan contra los talibanes en Marjah- se produjo el número más alto de bajas estadounidenses y de la coalición. 

El Departamento de Defensa estadounidense anunció que el último ciudadano caído en la guerra fue el cabo Gregory Stultz, de 22 años, quien murió el 19 de febrero en la provincia de Helmand. 

Después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, Estados Unidos lideró la invasión a Afganistán que derrocó al régimen talibán que albergaba a la red Al Qaeda. 

Pero los talibanes e insurgentes asociados recuperaron su fuerza desde ese entonces y ahora desafían a la autoridad del gobierno de Kabul en el sur y este del país. 

El presidente Barack Obama acusó a su antecesor, George W. Bush, de descuidar la misión en Afganistán y ordenó enviar 50.000 efectivos adicionales desde que asumió su cargo hace un año. 

Ante las dudas que hay desde los dos lados del Atlántico por la complicada misión actual en Marjah, los comandantes de EEUU y la OTAN dijeron que la ofensiva es un intento de cambiar el rumbo de la guerra y asegurar que los talibanes no regresen al poder. 

Pero un mayor número de fuerzas lideradas por la OTAN también significó más muertes de militares estadounidenses y de sus aliados, siendo las bombas caseras las más mortíferas para las tropas de la coalición. 

La cifra de 316 muertes de estadounidenses en 2009 fue el doble de la de 2008. 

Otros miembros de la fuerza internacional en Afganistán, que tienen contingentes más pequeños que los estadounidenses, también sufrieron su mayor número de bajas durante el año pasado. 

El número de muertos británicos en la guerra asciende a 264, mientras que Canadá perdió a 140 efectivos y Francia, a 40.

Los opositores a la guerra en Afganistán dijeron que tenían previsto marcar el hito de 1.000 muertos con una vigilia en Nueva York. 

La cifra de Estados Unidos incluye a docenas de soldados muertos fuera de Afganistán, incluido Pakistán, Africa y otros lugares, todos considerados parte de la operación "Libertad Duradera". 

Hasta el lunes, la cifra oficial del Departamento de Defensa de soldados de Estados Unidos muertos en la guerra de Afganistán se situaba en 990. 

El conteo que lleva el gobierno está rezagado frente al de icasualties.org, ya que el sitio web del Pentágono no lleva un registro oficial de las muertes hasta 24 horas después de notificar a los familiares del fallecido. 

En la guerra de Irak, hay 4.378 militares estadounidenses que murieron desde la invasión en 2003, según icasualties.org 

Las muertes de estadounidenses en Irak bajaron dramáticamente el último año gracias a una reducción de la violencia y a que el gobierno de Bagdad tomó las riendas de las tareas de seguridad.
 
fuente: http://www.taringa.net/posts/noticias/4749032/Numero-d-soldados-de-EEUU-muertos-en-Afganistan-llega-a-100.html

siguiente datos del sitio: 

Operation Iraqi Freedom

YearUSUKOtherTotal
20034865341580
20048492235906
20058462328897
20068232921873
20079044710961
200831444322
200914910150
2010600060
2011540054
20121001
Total44861791394804
Operation Enduring Freedom/Afghanistan

Operation Enduring Freedom/Afghanistan

Afghanistan Coalition Military Fatalities By Year

YearUSUKOtherTotal
2001120012
20024931870
20034801058
2004521760
200599131131
2006983954191
20071174273232
20081555189295
200931710896521
2010499103109711
201141846102566
20123104448402
20136461686
Total22384446533335



La explicación del misterio

12 de junio
"En el año 2010, la guerra contra Afganistán confesó su porqué: el Pentágono reveló que en ese país había yacimientos que valían más de un millón de millones de dólares.
Esos yacimientos no contenían talibanes.
Contenían oro, cobalto, cobre, hierro y sobre todo litio, imprescindible en los teléfonos celulares y las computadoras portátiles"
de Eduardo Galeano

LA YAPA
Por eso fue imprescindible descontaminar de afganos y afganas todo el territorio, no fuera que se infiltraran en los yacimientos.
También... a Estados Unidos siempre que encuentra petróleo o metales estratégicos... lo hace en el subsuelo de países habitados por gente que no comprende lo que es el progreso...
Muchas son las guerras que han sido declaradas y que aun siguen siendo desatadas alrededor del mundo para asegurar el control corporativo sobre el petróleo. Detrás de los nombres de presidentes y dictadores están los de actores mucho más poderosos: Exxon/Mobil, Chevron/Texaco, Shell, British Petroleum, Elf. Estos -y sus parientes cercanos- son a veces quienes derrocan a presidentes electos o dictadores para reemplazarlos con dictadores o presidentes más amigables. 
Muchas de esas guerras ni siquiera son cubiertas por los medios de comunicación, y cuando lo son, el petróleo es rara vez mencionado como su causa de fondo. Un gobierno es derrocado por la oposición armada en un país africano y la noticia sólo abarca el odio entre ambas partes y casi nunca a las corporaciones y gobiernos extranjeros que respaldan a cada una de ellas. En muchos casos, los actores detrás de bambalinas son las empresas petroleras. En Venezuela, un presidente electo ha tenido que enfrentar un golpe y una huelga general por estar sentado sobre un mar de petróleo y por no parecerle lo suficientemente amistoso al poder petrolero de los Estados Unidos. También se han desarrollado estos conflictos en regiones tan diferentes como las Islas Malvinas, Medio Oriente, Afganistán o Chechenia, o se han exacerbado luchas armadas internas como en Sudán, Colombia, Nigeria y Congo. 

Pero el petróleo no sólo está detrás de guerras civiles, golpes de estado y campañas electorales presidenciales. El petróleo es también responsable de las innumerables guerras "de baja intensidad", que destruyen comunidades enteras alrededor del mundo y particularmente en los trópicos. Muchas comunidades indígenas y otras poblaciones locales han sido borradas del mapa o han tenido que enfrentar situaciones terribles debido a la destrucción ambiental resultante de la exploración y explotación petrolera en sus territorios, así como de la violación generalizada de sus derechos humanos. Desde Ecuador a Nigeria y desde Indonesia a Chad, el "oro negro" ha sido una maldición para los pueblos locales y su medio ambiente. 

Demás está decir que el petróleo también ha desatado la guerra contra el aire y el clima del planeta. La contaminación generalizada del aire afecta a todos los seres vivos, mientras que el cambio climático abre una interrogante sobre el futuro de la Tierra. El uso de combustibles fósiles -y particularmente el petróleo- es claramente responsable de esta situación. 

Los gobiernos del mundo han hecho algunos intentos de abordar esta última temática. Han firmado y ratificado la Convención sobre Cambio Climático y el Protocolo de Kioto. En forma similar a lo ocurrido en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en relación a Irak, un gobierno -representando los intereses de las corporaciones petroleras- decidió no ratificar el Protocolo de Kioto porque afectaría sus intereses. Este país -los Estados Unidos- resulta ser el número uno en emisiones de CO2 y sede de las empresas petroleras más poderosas del mundo. 

Estas grandes empresas también dominan la administración del gobierno de Bush: el vicepresidente Dick Cheney, la consejera de seguridad nacional Condoleezza Rice y muchos otros altos cargos de esa administración han sido ejecutivos de corporaciones petroleras o tienen antiguos lazos con la industria. 

Basado en información del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales- WRM

El hombre que vendió la torre Eiffel

11 de junio
"El conde Viktor Lustig, profeta de los genios de Wall Stret, se llamó con varios nombres y varios títulos nobiliarios, residió en varias cárceles de varios países, y en varias lenguas supo mentir con toda sinceridad.
En este mediodía del año 1925, el conde estaba leyendo el diario en el hotel Crillón, en París, cuando se le ocurrió una de esas buenas ideas que le permitían matar el hambre cuando se aburría de jugar al póquer.
Y vendió la torre Eiffel.
Imprimió papeles y sobres con el emblema de la alcaldía de París, y con la complicidad de algún ingeniero amigo inventó informe técnicos que demostraban que la torre estaba cayéndose, por irreparables errores de construcción.
El conde visitó a los posibles candidatos, uno por uno, y los invitó a comprar, a precio de ganga, miles y miles de toneladas de hierro. El asunto era secreto. Por tratarse del más notorio símbolo de la nación francesa, era preciso evitar a toda costa el escándalo público. Las ventas se realizaron en silencio y con urgencia, porque el derrumbe de la torre no iba a demorar".
De Eduardo Galeano

LA YAPA
y... a falta de buzones... este estafador de Lustig, entre otras muchas estafas,  vendió la Torre Eiffel no una sino DOS VECES.
"Una de las estafas más conocidas de Lustig implicó una "máquina de impresión de dinero". Demostrando la capacidad de la caja pequeña para los clientes, al tiempo que lamentó que el equipo tomara seis horas para copiar un billete de $ 100. El cliente, pensó que esto le daría grandes ganancias e iba a comprar las máquinas a un precio alto, aproximadamente más de $ 30.000. Durante las próximas doce horas, la máquina podría producir dos veces más de $ 100. Después de eso, se produjo sólo un papel en blanco, debido a que el suministro de billetes de 100 dólares se agotó. En el momento en que los clientes se dieron cuenta que habían sido estafados, Lustig se había ido lejos"
"En 1925, Francia se había recuperado de la Primera Guerra Mundial, y París estaba en auge, un entorno excelente para un artista de la estafa. El maestro de la estafa Lustig, un día de primavera estaba leyendo en un periódico un artículo que discutía los problemas de la ciudad sobre el mantenimiento de la Torre Eiffel. Incluso mantenerla pintada era una tarea costosa, y la torre se estaba convirtiendo en una gran chatarra. Lustig vio las posibilidades detrás de este artículo y desarrolló un esquema notable.
Lustig había pedido a un falsificador producir papelería falsa del gobierno para él e invitó a seis comerciantes de chatarra a una reunión confidencial en el Hotel de Crillon, uno de los más prestigiosos de la antigua hotelería de París, para discutir un posible acuerdo de negocios. Los seis asistieron a la reunión. Allí, Lustig se presentó como el subdirector general del Ministerio de Correos y Telégrafos. Explicó que habían sido seleccionados sobre la base de su buena fama como empresarios honestos, y luego dejó caer la bomba.
Lustig dijo al grupo que el mantenimiento de la Torre Eiffel fue tan escandaloso que la ciudad no podía mantenerla por más tiempo y que quería venderla como chatarra. Debido a la cierta y continua protesta pública, el asunto iba a ser mantenido en secreto hasta que todos los detalles fueran pensados​​. Lustig dijo que le habían dado la responsabilidad de seleccionar al concesionario para llevar a cabo la tarea. La idea no era tan inverosímil en 1925, como lo sería hoy en día. La Torre Eiffel fue construida para la Exposición de París de 1889, y no estaba destinada a ser permanente. Se tenía que haber trasladado en 1909 y llevada a otra parte. No encajaba con otros grandes monumentos de la ciudad, como las catedrales góticas o el Arco del Triunfo, por lo que realmente estaba en malas condiciones.
Lustig llevó a los hombres a la torre en una limusina alquilada para una visita de inspección. Él se dio la oportunidad de evaluar cuál de ellos era el más entusiasta y fácil de engañar. Luego pidió a licitación que se presentara al día siguiente, y les recordó que el asunto era un secreto de Estado. En realidad, Lustig ya sabía que iba a aceptar la oferta del distribuidor André Poisson. Poisson era inseguro, sentía que no estaba en los círculos internos de la comunidad de negocios de París y pensaba que obtener el acuerdo de la Torre Eiffel lo pondría en las grandes ligas.
Sin embargo, la esposa de Poisson sospecha, pensando el por qué este funcionario decía que todo era tan secreto, y por qué todo se estaba haciendo tan rápidamente. Para hacer frente a la sospecha, Lustig organizó otra reunión y entonces "confesó". Como un ministro del gobierno, Lustig dijo, no hizo suficiente dinero para seguir el estilo de vida que le gustaba, y era necesario encontrar la manera de complementar sus ingresos. Esto significaba que sus negocios necesitaban un cierto margen de discrecionalidad. Poisson comprendió de inmediato. Se trataba de otro funcionario del gobierno corrupto que quería un soborno. Sometiendo a la mente de Poisson en reposo inmediatamente, ya que estaba familiarizado con este tipo de gente y no tuvo problemas para lidiar con tales personas.
Así que Lustig no sólo recibió los fondos para la Torre Eiffel, sino que también recogió un gran soborno. Lustig y su secretario personal, un franco americano estafador, Robert Arthur Tourbillon también conocido como Dan Collins, rápidamente tomaron un tren a Viena con una maleta llena de dinero en efectivo.2
Sorprendentemente, no pasó nada. Poisson estaba demasiado humillado como para quejarse con la policía. Un mes después, Lustig volvió a París, seleccionó seis vendedores de chatarra, y trató de vender la torre, una vez más. Esta vez, la víctima elegida fue a la policía antes que Lustig pueda cerrar el trato, pero Lustig y Collins lograron evadir el arresto"